Según López Bermúdez, el origen del río se remonta al Mioceno. Nace en la Fuente Segura, a 5 kilómetros de Pontón Bajo, en el municipio de Santiago-Pontones (Jaén), brotando sus aguas de una cueva natural inundada, a 1.413 metros sobre el nivel del mar. Discurre por las provincias de Jaén, Albacete, Murcia y Alicante, desembocando en el Mar Mediterráneo, en Guardamar del Segura (Alicante), tras un recorrido de 325 kms., de los que 9 discurren por el cañón de los Almadenes, y una cuenca hidrográfica de 19.525 km2. El régimen fluvial del Segura es pluvio-nival en la cabecera, pero en la mayor parte de su cuenca es pluvial mediterráneo con grandes crecidas otoñales. En su cuenca se localizan cerca de 20 embalses, portando a su paso por Cieza un caudal medio de 26 m3/s.
El río Segura a su paso por el Cañón de los Almadenes
El río Segura ha tallado el Cañón de los Almadenes a su paso por Cieza y Calasparra, al atravesar las estribaciones de la Sierra del Molino de 826 metros de altura y la Sierra de La Palera de 655 m. Para ello aprovechó numerosas líneas de fractura, fallas y procesos de disolución de rocas carbonatadas, creando un cañón con paredes verticales de hasta 150 metros de profundidad y con un estrechamiento, de pared a pared, que se reduce a una quincena de metros.
A su paso por este desfiladero el Segura se encajona entre las estribaciones de las sierras del Molino y la Palera, discurriendo flanqueado por el bosque galería tornándose bravo, formando remolinos y rápidos en las zonas con grandes rocas que obstaculizan el paso. Aguas abajo, conforme van perdiendo altura las paredes del cañón, el río discurre por una estrecha vega hasta su confluencia, por la margen derecha, con la Rambla del Cárcabo.
Tras la Presa de la Mulata, único embalse del cañón, el río sufre una importante disminución de caudal quedando constituido por un rosario de charcas aisladas como consecuencia de la derivación de agua hacia la Central Hidroeléctrica de Almadenes, situada aguas abajo. Una vez superado el salto de la Central de Almadenes, el caudal se recupera sumándose además, a unos 300 m. aguas abajo, la descarga permanente de la Fuente del Gorgotón. En la mitad del tramo del cañón el río Segura recibe las aguas del Quípar, afluente que nace en la abrupta y elevada Sierra de la Zarza, situada en el término de Caravaca de la Cruz recorriendo una cincuentena de kilómetros. En el Cañón de los Almadenes el río describe varios meandros de valle o encajados de forma rectilínea.
Respecto a la calidad del agua del río Segura en el tramo que comprende la zona de Especial Protección, integrada por la Sierra de La Palera, Cañón de los Almadenes, Los Losares y El Almorchón, y según el índice de Calidad General (ICG) del MOPT, es intermedia: no apta para el consumo humano, admisible para el regadío y no recomendable para el baño.
En 1850 Pascual Madoz describía así el paso del río Segura por el cañón: "El Segura se introduce en el término de Cieza por la parte oeste y sitio maravilloso de los Almadenes, donde la naturaleza ha querido ofrecerle un paso sumamente angosto por medio de dos escarpadas sierras, que lo aprimen en la longitud de una legua con 200 varas de profundidad; y es tan estrecho en partes, que sería fácil saltarlo un hombre sin grandes esfuerzos, a ser accesible, pero todo está lleno de precipicios y riscos. A la salida de tan penoso tránsito recibe las aguas de un gran borbotón, que se abre paso por el agujero de una peña". (J.M.G.E.).
Construida en agradecimiento de Felipe II al pueblo de Cieza por haber contribuido con soldados y cuatro mil maravedíes para luchar en Flandes. Su torre-campanario data de finales del siglo XIX, tuene 41 metros de altura y su estilo es neorrománico. Consta de tres naves, la central fue reedificada en el siglo XVIII sobre una iglesia anterior, cuya fecha de construcción se sitúa en último cuarto del siglo XV.
Convento de San Joaquín y San Pascual
Fue construido por los frailes franciscanos y los propios vecinos de Cieza entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. Actualmente, la iglesia posee varias capillas laterales que están dedicadas a devociones franciscanas. Tiene una cripta dónde están sepultados los miembros de esta comunidad, entre ellos Fray Pascual Salmerón, natural de Cieza y primer historiador de esta ciudad.
Mercado de Abastos de Cieza
Edificio construido entre 1927 y 1929, formado por un núcleo central de planta cuadrada al que se le yuxtaponen dos alas rectangulares con entradas independientes de una sola planta. En las fachas se recarga la decoración a base de yeserías que simulan guirnaldas florales con formas sinuosas, capiteles y volutas.
Monasterio de la Inmaculada Concepción
En el Convento conservan pinturas, esculturas y enseres de diferentes artistas, destacando el Niño de la Bola. La iglesia es de nave única con capillas entre pilastras. Al atrio que da a la entrada a la iglesia se accede por un arco de medio punto en cuyo centro destacan las armas labradas en piedra de sus fundadores. En la fachada que da a la calle Mesones hay un escudo de los linajes Marín-Blázquez, Melgares, Padilla y Moya.
Castillo de la Atalaya / Alcazaba de Cieza
Cieza estuvo habitada por el pueblo íbero (yacimiento de Bolvax), por romanos y visigodos y por árabes, que dejaron el conjunto arqueológico de Medina Siyasa, despoblado de los siglos XI-XIII, situado al pie de El Castillo de la Atalaya, que corona un monte cerca de Cieza. Se han encontrado en la zona excavada abundantes elementos de decoración arquitectónica, como los arcos y pórticos tallados en yeso, así como cerámicas, vidrios, metales, etc. que se conservan en el Museo de Medina Siyasa.
Cueva de la Serreta
El visitante que llega a la cueva-sima de La Serreta queda maravillado de la potencia del paisaje, hoy declarado Espacio Natural Protegido. El paraje cuenta con un proyecto de puesta en valor, bajo la denominación de Consorcio Cañón de Almadenes, que trata de ordenar los recursos ambientales y culturales de forma sostenible. Además la presencia de diversas cuevas y abrigos con arte rupestre le lleva a estar incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1998. La cueva-sima de La Serreta tiene una abertura desde la que se puede divisar parte del cañón, un paraje de gran belleza que el curso del río ha ido labrando. El acceso a la cueva es fácil y está bien señalizado, aunque hay que ir necesariamente acompañado por un guía del ayuntamiento de Cieza. Se encuentra a unos 17 km. y se llega por carretera desde aquella localidad bordeando el Río Segura por su margen izquierda.
Medina-Siyasa
Medina-Siyasa (o simplemente Siyasa) es el despoblado hispanomusulmán de mayor extensión conocido. Hasta 1996 se había excavado el barrio más suroriental de la ciudad compuesto por 17 casas, en realidad la ciudad se compone por más de trescientas viviendas al refugio de su hins, fortaleza, y fue abandonada tras la rebelión mudejar de 1264 a 1266. Al Udrí la menciona como final de etapa entre Cartagena y Toledo. Siyasa se cierne sobre el esplendido valle ciezano dominando una vega preñada de huertos árabes, verdes, irregulares y ricos en agua. Desde su alta planicie se divisan las ciudades de Cieza, Abarán y Blanca: la Vega Alta del Segura.
Todo este municipio queda prácticamente dividido en dos por el río Cieza, que corre de Oeste a Este, y es en su estrecho cauce donde se asientan sus dos poblados principales, Villayuso y Villasuso. Lo demás es monte con vaguadas marcadas por arroyos que lo surcan de norte a sur y viceversa. Aunque no existen pruebas objetivas hay que suponer que grupos prehistóricos del Paleolítico hayan vivido o transitado los montes y valles del municipio pues no lejos de él quedan cuevas habitadas reconocidas de esa época. Y lo mismo podemos decir en referencia a grupos megalíticos, del Bronce o del Hierro, que han dejado testimonios en municipios vecinos. Aunque pensamos que sería necesario investigación más detenida de este de Cieza que siempre ha quedado un poco marginado por su carácter montuoso y su cierto aislamiento de las principales vías o caminos de relación. Históricamente comienza a sonar su nombre en el siglo X, concretamente en la determinación de monasterios que el conde castellano García Fernández adscribe al Infantado de Covarrubias creado para su hija Urraca, en el año 987. Se cita, junto a otros de Buelna y Cabuérniga, el de San Julián de Cieza, que no sabemos donde estaría situado, pues, según Madoz, las iglesias de Villasuso y Villayuso no tienen esta advocación sino la de San Sebastián y la de San Tirso. Tal vez desaparecido se hubiese convertido ya en el s. XIX en una de las ermitas que el autor dice existían en buen número en los dos pueblos. De siempre Cieza, en sus tres concejos, formaba parte de la Merindad de las Asturias de Santillana, y sus gentes cayeron en los señoríos de la casa de la Vega, como principal, y en el de otras casas hidalgas, como las de Ceballos, Villegas y Collantes. En el Becerro de las Behetrías (1351) se citan vasallos de estos señores y todavía de la Abadía de Covarrubias que, desde el siglo X, como dijimos, tenía heredades en Cieza y Buelna. Sabemos que en el XIV había en Villayuso un castillo -el Castillón- propiedad de Garcilaso de la Vega I. Durante el siglo XV el valle se administraba por un mayordomo del almirante Diego Hurtado de Mendoza, señor de la Vega (1404) que hacía lo mismo en Iguña y Anievas. En la reversión de los Nueve Valles de Asturias de Santillana que a fines del XVI volvieron a señorío real, los pueblos de Villasuso, Villayuso y Collado, de Cieza, se regían por alcaldes nombrados por la casa del Infantado. En 1822 quedó constituido el ayuntamiento de Cieza, con sus tres citados pueblos. En la capital, Villayuso, hay una iglesia de la segunda mitad del XVI, con pórtico, y de poco interés artístico. Una ermita, la del Carmen, del XVII, con pequeño retablo del mismo siglo. Lo demás tiene el interés de la rusticidad, con algunas casas típicas populares, si bien se han hecho modernamente edificios o arreglos que no parecen muy de acuerdo con el carácter del poblado.
Un día del mes de julio de 1995, a las 6:30 horas de la mañana en la Nacional 301 Cieza-Venta del Olivo, surgió uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la humanidad. ¿Fue un producto de la buena suerte o del azar? Más bien podíamos llamarlo: "La ocurrencia genial". Mariano Marín Ato y José María Martínez Villa, o Mariano Colines y Mosky, como cariñosamente somos conocidos por nuestros compañeros y amigos, íbamos a crear una obra maestra del arte: El concurso de lanzamiento de huesos de Oliva con la boca y sin canute.
Comenzamos a elucubrar. ¿Cómo lo hacemos? ¿Cuáles son los huesos de nuestra tierra? -Tenemos melocotón, albaricoque y ciruelas. -No, estos son muy grandes. Tiene que ser algo más sutil y de fácil dominio. -Lo más típico de Cieza son nuestras olivas. ¡Ah! y acompañadas de una buena cerveza. -Pues lo hacemos con huesos de oliva. La ocurrencia estaba servida. Muchas gracias a todos aquellos que nos apoyaron desde el primer momento y, en especial, a los que han fallecido.
La Asociación "Amigos de las Oliveras"
En 1995 un grupo de amigos, conocidos ciudadanos de Cieza y descendientes de Bartolopoulus, crean la Asociación Amigos de las Oliveras. Amantes y estudiosos de las costumbres deciden recuperar una de nuestras más ancestrales tradiciones con el objetivo de hacer realidad el sueño de Bartolopoulus de que el lanzamiento de huesos de oliva sea algún día deporte olímpico. Se redactan las bases de estos concursos, se buscan patrocinadores, nos maquillamos y... hasta hoy.
"La Fiesta" Como Sanfermines es mucho más que un encierro, el Concurso del lanzamiento de huesos de Oliva se ha convertido en una fiesta multitudinaria que en pasadas ediciones ha llegado a reunir a más de 20.000 personas. Es una muestra de nuestro carácter y de cómo sólo nos hace falta lanzar un hueso de oliva para pasarlo bien. Una forma de vivir que atrae a los turistas extranjeros.
Su gastronomía se nutre de la cocina hortense: arroz y conejo, zarangollo, empedrado, gachasmigas, gurullos, almendrado y las tortas fritas, aunque es obligado distinguir la oliva ciezana, en cualquiera de sus modalidades, por la tradición y el prestigio conseguido.
Gachamiga
Ingredientes: * 1/2 l. de aceite de oliva * Una cabeza de Ajos * 4 l. de Agua * 1 Kg de harina de pan * 2-3 puñados de sal Elaboración:
Se calienta el aceite en una sartén grande y se echan los dientes de ajo con un corte cada uno. Una vez dorados los ajos se sacan y se apartan.
Se echa el kilo de harina y se remueve con el aceite hasta que toda la harina queda empapada y con grumos. Empezar a echar el agua y deshacer los grumos de la harina hasta que empiece a hacerse una pasta cada vez más densa.
A partir de aquií hay que trabajarla mucho intentando que no se pege la masa por los bordes. Cuando la masa empieze a no pegarse se le empieza ha dar vueltas agarrando la sartén con las 2 manos y con mucho cuidado. El tiempo estimado es aproximadamente de 1 hora a 1 y 20 min.
Fabada
Ingredientes para seis personas: ½ kg. de alubias (“fabes”) 2 chorizos 2 morcillas 1 trozo de tocino salado 1 cebolla mediana 2 patatas (si se quiere) 2 ó 3 dientes de ajo 2 ó 3 hojas de laurel Aceite de oliva, sal y pimentón. Modo de hacerla: El día anterior se ponen las alubias a remojo. Se ponen a cocer las alubias (con agua descalcificada), cuando empiezan a hervir se tira el agua y se pone nueva. Cuando empieza a hervir se añaden los chorizos, las morcillas y el tocino junto con el laurel, los ajos y un poco de sal. Mientras en una sartén se sofríe la cebolla picada, cuando está casi lista se pone una cucharada de pimentón y se le da una vuelta. Se sacan los chorizos y la morcilla (a la media hora más o menos) para que no se deshagan, se añade el sofrito y se deja cociendo a fuego lento (se le debe dar una vuelta de vez en cuando) una hora más o menos. Cuando a las alubias les falte poco, se incorporan las patatas (si se quiere con patatas) cortadas en trozos, los chorizos y las morcillas y se rectifica de sal. Quince minutos cociendo y cuando las alubias están tiernas, lista para comer.
Tortas de ‘reventón’ Ingredientes: 2 Kg. de harina de trigo 3 litros de aceite de oliva de 1º 1 litro ½ de agua 75 gramos de levadura fresca Una pizca de sal. Modo de hacerla: Se diluye la levadura en agua caliente y se vierte en el recipiente en el que se va a hacer la masa. Se va añadiendo poco a poco el agua y la harina con un poco de sal, removiendo constantemente hasta deja la masa en su punto (tiene que quedar suelta). Una vez terminada la masa, el recipiente se tapa con papel de cocina y se envuelve con una manta, dejando “dormir”, junto a una estufa, aproximadamente durante dos horas (hasta que la masa “crezca” el doble). Después se vuelve a amasar. En una sartén se pone a calentar el aceite, y utilizando un molde especial para tortas, se deposita la masa y se introduce en el aceite hasta que se suelte del molde. Se sacan una vez que estén fritas y se depositan en un recipiente. Se comen mojadas en chocolate caliente, o bien untadas con azúcar y canela.
Cocido Ingredientes para 6/8 personas: ½ Kg. de garbanzos remojaos ½ Kg. de pavo ½ Kg. de ternera ¼ Kg. de tocino fresco ¼ Kg. de magra de la cabeza de cerdo Un trozo de tocino salado 2 morcillas 2 chorizos 6 patatas medianas 1 rama de apio 3 hojas de cardo 2 chirivías Una zanahoria Un puñado de bajocas Fideos si se hace sopa Sal, azafrán y colorante (si se quiere). Ingredientes para los rellenos: ¼ Kg. de magra fresca ¼ Kg. de tocino salado Una libra de pan duro 1 trozo de blanco 6/8 huevos (los que nos pida la masa) Ajos, perejil, piñones, pimienta blanca molida y pimentón. Aceite de oliva. Modo de hacer los rellenos: En una fuente se deshace la miga del pan. Se añade picado el tocino, la magra, el blanco, los ajos y el perejil. A continuación se ponen los piñones, la pimienta, el pimentón y los huevos. Se amasa bien, se van haciendo los rellenos con una cuchara y se fríen en aceite de oliva. Se reservan para incorporarlos al cocido. (En Navidad estos rellenos se hacen además con la sangre del pavo o de la gallina) Modo de hacer el cocido: Se ponen los garbanzos con la carne y la sal a cocer con bastante agua templada, antes de que empiece a hervir se espuma. Al rato de hervir se pone la verdura menos las patatas, cuando lleva hirviendo 40/50 minutos (aprox.) se saca un poco de caldo, para la sopa, si vemos que hay mucho y se incorporan las patatas y los rellenos. Al rato se pone el azafrán, las morcillas y los chorizos, se rectifica de sal dejándolo cocer todo junto. Cuando todo esté tierno, se saca del fuego y se separa el resto del caldo de la carne y las verduras. Se puede tomar primero un consomé con picatostes, o una sopa de fideos con una rama de perejil, o una sopa de pan con huevo duro o… y después la carne y las verduras, que con un chorro de limón, listo para comer.
Cerca del acceso norte de la ciudad (viajando en dirección Murcia) y ubicado junto a la autovía Madrid-Cartagena, puede apreciarse el Azulejo anunciador de la Semana Santa de Cieza. Una vez dentro de la localidad, proponemos iniciar el itinerario en la Ermita del Santo Cristo, siguiendo por la Iglesia de San Juan Bosco, Iglesia de San José Obrero, Convento de San Joaquín y San Pascual, Monasterio de Santa Clara, Sede de la Hermandad de Santa María Magdalena, Casa de los Santos, Casa-Museo de la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, Casa-Museo de la Cofradía de La Oración del Huerto y El Santo Sepulcro, y Sede de la Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo, para finalizarlo, nuevamente en las afueras, visitando la Ermita de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Buen Suceso, Patrona de Cieza, en el collado de la Atalaya.
La Semana Santa ciezana comienza, como tal, con el prólogo que supone el Domingo de Pasión, que desde 1982 se centra en dos actos fundamentales: la Convocatoria y el Pregón, que tienen lugar el domingo previo al Domingo de Ramos.
El primero de ellos, se celebra en el Salón de Plenos del Excmo. Ayuntamiento, donde se realiza, por parte de la Junta de Hermandades Pasionarias, la petición oficial de permiso para desfilar y ocupar durante la Semana Santa las calles de Cieza. Seguidamente tiene lugar la Procesión de los Estandartes titulares de las 18 Cofradías y Hermandades que componen la Semana Santa, para dar paso a la proclamación del Pregón, que se celebra en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.
Previamente a este día y desde hace varios años, el Viernes de Dolores se reserva para el Traslado de la “Virgen de los Dolores”, desde la Parroquia de San Joaquín hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.
En la noche del sábado previo al Domingo del Pregón, también se celebra otro Traslado Procesional, cada vez más arraigado, el del “Santísimo Cristo del Perdón”, que desde su capilla del Santísimo, en la Parroquia de San Joaquín, recorre las calles del casco antiguo hasta llegar a la Casa de los Santos, lugar de partida de todas las procesiones ciezanas.
Otro de los traslados que deben mencionarse, es el de San Pedro, que cruza las arterias de nuestra localidad, desde su lugar de culto en la Parroquia de San Joaquín, hasta la ya mencionada Casa de los Santos. Este traslado se realiza el viernes anterior al Domingo de Pasión.
Ya, en la mañana del Domingo de Ramos, el paso de la “Entrada de Jesús en Jerusalem”, “la Burrica”, acompañada de su Cofradía, la de la Oración del Huerto y Santo Sepulcro y ésta, de todas las Cofradías y Hermandades ciezanas, llenan las calles de un luminoso amarillo de palmas, que ponen el pistoletazo de salida a los Desfiles Procesionales de Cieza, propiamente dichos.
Es desde 1950, cuando esta Procesión se concibe como en la actualidad, ya que aunque sus primeras referencias datan de 1693, no es hasta esa fecha cuando desfila este Paso por primera vez.
Por la tarde, entre el fervor y devoción de todo el pueblo, tiene lugar el multitudinario Traslado del “Santísimo Cristo del Consuelo”, desde su Ermita hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.
Lunes Santo, desde hace años (2001) se ha convertido en un día de reflexión y oración, gracias a la aparición de la Procesión del “Santísimo Cristo de la Sangre”, que va reviviendo en el tradicional recorrido, las estaciones del Vía-Crucis.
En la noche del Martes Santo, se celebra el Acto del Prendimiento, que a modo de Auto Sacramental, participan los Pasos protagonistas en la posterior procesión y personas, que a modo de narradores ponen la voz a los personajes que participaron en la trágica noche del prendimiento de Jesús. Así, intervienen los pasos de “Santa Cena”, “Oración del Huerto”, “Beso de Judas”, “Ecce Homo” y “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, que se convierte en el verdadero protagonista de la noche, acompañado del Tercio de los Romanos, los populares “Armaos”.
El Miércoles Santo sale a la calle, la Procesión General, que desde 1935, ocupa este día, ya que con anterioridad se celebraba en la tarde del Jueves Santo. Hasta un total de 13 pasos desfilan en esta procesión, en el que las Cofradías y Hermandades participantes guardan un orden secuencial y evangélico. Los pasos que desfilan son: “Samaritana”,”Unción de Jesús en Betania”, “Beso de Judas”, “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, Tercio Romano, “San Pedro”, “La Flagelación”, “Santa Verónica”, “Santísimo Cristo del Perdón”, “Santa María Magdalena”, “Santísimo Cristo del Consuelo”, “San Juan” y “Virgen de los Dolores”.
Jueves Santo, tiene dos procesiones de notable referencia y admiración. La primera de ellas, instaurada en 1976, la de la Hermandad de los Hijos de María, que desfila con su titular “Nuestra Señora de Gracia y Esperanza”, acompañada por sus hermanos y las tradicionales Manolas (señoras vestidas de luto riguroso, teja y mantilla”.
A las doce de la noche, coincidiendo con las campanadas de la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, tiene lugar la Procesión del Silencio, datada desde 1931. El titular de la misma, “El Santísimo Cristo de la Agonía”, irrumpe en las calles ciezanas, escoltado por cientos de nazarenos con velas y acompañado por la música de violines, que sólo callan, ante las numerosas y espontáneas saetas y poemas que le brindan los espectadores.
Pero sin lugar a dudas, Viernes Santos, es el día grande en la Semana Santa ciezana. Por la mañana, la Procesión del Penitente, en el que actualmente participan los pasos de “San Pedro”, “El Lavatorio de Pilato”, “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, Tercio Romano, “La Caída”, “Santa Verónica”, “El Encuentro de Jesús con María en la calle de la Amargura”, “El Cristo de la Sed”, “La Lanzada”, “Santísimo Cristo del Consuelo”, “Santa María Magdalena” y “Virgen de los Dolores”.
Por la noche, la Procesión del Santo Entierro, se convierte en la más esperada y señorial de todas. Tras numerosos cambios desde sus inicios, datados a principios del siglo XVIII, la procesión se concibe como tal desde principios del siglo XIX, en el que participan los pasos de “Santa Verónica”, “Santísimo Cristo del Perdón”, “Santa María de Cleofás”, “Santísimo Cristo del Consuelo”, “Descendimiento de Cristo”, “La Piedad”, “Cristo Yacente y Virgen del Dolor”, “José de Arimatea”, “Santo Sepulcro”, Tercio Romano, “Santa María Salomé”, “San Juan”y “María Santísima de la Soledad”.
Finalmente y como el último de los días grandes en la Semana Santa de Cieza, se llega al Domingo de Resurrección.
A pesar de no poder asegurar la fecha inicial de esta Procesión, los primeros comentarios documentales que se poseen sobre ella datan de mediados del siglo XVIII. Desde entonces y hasta ahora, si hay un momento bello de cuantos tienen a lo largo de toda la Semana Santa, ése no es otro que el de la “Cortesía”, breve pero intensa ceremonia de saludo entre los Pasos de Jesús y María, y entre éstos y el resto de Pasos que participan en la procesión, cuyo anderos delanteros realizan, al son que marcan los Estandartes, tres genuflexiones que provocan la inclinación del Paso en ademán de reverencia.
En esta Procesión participan los pasos de “Ángel Triunfante”, “Jesús Resucitado”, “La Aparición a Maria Magdalena”, “María Salomé”, “María de Cleofás”, “María Magdalena”, “Los Discípulos de Emaús”, “La Ascensión de Jesús al Cielo”, “San Juan” y “La Virgen del Amor Hermoso”.